<<... en el arte flamenco, lo que nos llega al corazón, más que el jaleo es el silencio; más que su trabajosa alegría, su profundo y alto dolor. Un dolor acumulado durante varios siglos. Un dolor duradero que hace al flamenco durar y doler...>> Félix Grande
Dolor y gozo son inseparables en el cante flamenco
ya que el flamenco es
hijo del dolor.
Este dolor se expresa a través de una
estética
de lo jondo.
El flamenco embellece el dolor y se podría decir que goza con él.
Lo dice la siguiente soleá
El que quiera cantar
bien,
cante cuando tenga
pena;
la misma pena le hace
cantar bien aunque no
quiera.
Cuando el cantaor llora su pena,
cuando se retuerce con el dolor de su cante,
está liberando su sufrimiento
y alejando su pena.
Se podría decir que tanto el espectador como el cantaor
están gozando.
lo sabía muy bien cuando creó el siguiente fandango:
Con las lágrimas se va
la pena grande que se llora.
Con las lágrimas se va.
La pena grande
es la pena
que no se puede llorar:
esa no se va, se queda.
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