asistió a un colegio
que tenía un patio con un pozo en medio.
y un maestro con once
hijos que alimentar.
Y según contaba
<<El maestro, a la más
mínima,
te castigaba a
entregar tu merienda
y, con mucha parafernalia,
la arrojaba al pozo.
Cuando se quedaba
solo,
tiraba de una cuerda
y sacaba del pozo un
gran esportón
con todas las
meriendas
y así sus hijos
estaban
“ t’os reondos y nosotros
t’os canijos”>>
Y con el tema de hoy
no hay más remedio que acordarse de
En 2019 actuó en la Sala García Lorca
de Madrid con
a la guitarra.
Entre otros estilos
cantó una
cantó una vidalita.
Salud y libertad para todos
No hay comentarios:
Publicar un comentario