En esta segunda rama del árbol del flamenco incluiremos las seguiriyas propiamente dichas y los cantes que se derivan de ellas como la liviana, la serrana, la toná-liviana y la cabal o seguiriya de cambio.
I. Seguiriyas
La palabra seguiriya procede de la deformación idiomática, debido a la transmisión oral, de la seguidilla castellana, estrofa en la que se escribieron unos cantes denominados "playeras". Estas playeras las cantaban las plañideras (mujeres lloronas contratadas para los funerales) y tenían el tema de la muerte como inspiración para confeccionar sus letras (el caló fue deformando la palabra plañídera en plañiera, plaiera y playera).
Musicalmente no puede hablarse de la seguiriya en singular si no es para referirse a un estilo concreto, como por ejemplo cuando hablamos de la seguiriya de El Planeta o la de Frasco El Colorao. Es más propio hablar de las seguiriyas en plural ya que existen más de cuarenta estilos diferentes.
Distintos estilos, distintas melodías, distinta composición métrica ...; pero todas tienen unos rasgos comunes que nos servirán para identificarlas:
"La seguiriya bien cantada, duele" suelen decir los cantaores
Para terminar con esta introducción diremos que ha habido grandes creadores de seguiriyas como Manuel Cagancho, Frasco El Colorao y Silverio en Sevilla y Triana; Manuel Molina, Loco Mateo, Paco La Luz, El Marrurro, etc. en Jerez; el Planeta, El Mellizo, Francisco la Perla, etc. en Cádiz; Tomás El Nitri y El Fillo en los Puertos (Real y Santa María) de Cádiz.
Musicalmente no puede hablarse de la seguiriya en singular si no es para referirse a un estilo concreto, como por ejemplo cuando hablamos de la seguiriya de El Planeta o la de Frasco El Colorao. Es más propio hablar de las seguiriyas en plural ya que existen más de cuarenta estilos diferentes.
Distintos estilos, distintas melodías, distinta composición métrica ...; pero todas tienen unos rasgos comunes que nos servirán para identificarlas:
- Por un lado el compás o ritmo que nos da el acompañamiento de la guitarra con las variaciones y peculiaridades del genio creador de su intérprete. No es fácil "coger" dicho compás. Incluso entre los profesionales hay divergencias al respecto.
- Por otro lado su espíritu. La seguiriya es un conjuro, un grito desgarrado y desnudo, la queja de un ser humano inmerso en una situación sin salida, un quejío sin consuelo. Cuando el cantaor-creador quiere hablar de algo íntimo que le duele en lo más profundo de su ser, surge la seguiriya.
"La seguiriya bien cantada, duele" suelen decir los cantaores
Para terminar con esta introducción diremos que ha habido grandes creadores de seguiriyas como Manuel Cagancho, Frasco El Colorao y Silverio en Sevilla y Triana; Manuel Molina, Loco Mateo, Paco La Luz, El Marrurro, etc. en Jerez; el Planeta, El Mellizo, Francisco la Perla, etc. en Cádiz; Tomás El Nitri y El Fillo en los Puertos (Real y Santa María) de Cádiz.
Del concierto conmemorativo del Primer Centenario de la muerte de Silverio Franconetti que se celebró en 1.989 en el Teatro Lope de Vega de Sevilla y emitido por el Canal Clásico de TVE.
En el presente vídeo podemos apreciar lo que se ha dicho de las seguiriyas. Tres estilos diferentes interpretados por Naranjito de Triana, acompañado a la guitarra por Manolo Franco, expresando la desolación, la pena y el sufrimiento que causan el amor, la propia vida e incluso la muerte.
Tras el recitado de un fragmento del poema de Lorca dedicado a Manuel Silverio Franconetti, el cantaor se templa con un grito dramático que anuncia la tragedia y que no admite adornos fáciles. La primera es una seguiriya de Triana, seguramente de los Cagancho; la segunda es uno de los estilos de Curro Dulce (Francisco Fernández Ortega, Cádiz siglo XIX) y remata con la seguiriya de cambio del Sr. Manuel Molina, una de las más largas y difíciles de interpretar.
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