04_06_2021
Aquí
AFICIONADO FLAMENCO
El
cante flamenco no se libró de la censura
de
la dictadura franquista.
cuenta que en Málaga
le asignaban a un sargento para que vigilara
su
actuación y no cantara cosas como estas:
Cuando llegará el
momento
que las agüitas
vuelvan a su cauce
y las esquinas con sus
nombres,
ni reyes, ni roques,
ni santos, ni frailes.
Al
sargento le aburría el flamenco
y le
gustaba demasiado el buen vino.
Se
le invitaba a una cena bien regada,
de
mollate y buenos manjares
y tras
los primeros cantes,
se
quedaba dormido y se podía seguir cantando.
Tú no pierdas hermano
la esperanza
que el mañana llegará,
que donde hubo
candela,
rescolditos quedan y
humo saldrá.
El aburrimiento
de una persona propiciaba
el arte
libre de censura.
Salud y libertad para
todos
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