(Vidalita-Milonga)
Por el olivar
desierto
suena rajada y
terrible
la voz de El
Camborio muerto;
voz de garganta
imposible
que por los cañaverales
cortó un puñal
invisible.
Federico García
(bis), García Lorca,
quien podrá
hacerte una ajorca
de rubí sobre
platino,
con la luna colorada
de su sangre
derramada
sobre el pecho
alabastrino.
Y en su lecho
mortuorio
adonde yace el
Camborio,
y en su instante
sobre humano
se abre la flor
del romance,
y en lo más vivo
del trance,
del Romancero
Gitano.
Con un repique de gloria,
se despierten las
campanas,
y ante el libro de
la Historia
y un responso a su
memoria,
recé a la musa
gitana.
*****
Autor de la letra:
Camilo Murillo
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