Un claro ejemplo de lo que no gustaba a los flamencos más
ortodoxos o partidarios del flamenco de raíz y que tan popular se hizo en la
llamada Ópera Flamenca.
¡Qué grandes
son mis tormentos!
Tengo que
reír por fuera
mientras que
lloro por dentro!.
Recitado:
Villa Rosa;
una juerga de tronío,
mira lo que
son las cosas
yo, a
cantar, que eso es lo mío.
¡A cantar! Y
hace un segundo
que se fue
para la Gloria
el más chico
de mis niños
y así se
escribe la historia.
Tres ramitas
tenía yo,
uno se fue
pa' los cielos
porque el
Señor lo llamó.
Recitado:
Dile que voy
al momento
y más fijo
que el reloj,
que Manolo
de Badajoz
vaya
templando por tientos
que me
encuentro bien de voz
y que avisen
a Cepero,
a Montoya y
a Chacón
que quiero
sacar las penas
que llevo en
el corazón:
¡Qué se te
ha muerto tu hijo!
¡Que lo
acabas de enterrar!
¡Que era con
su crucifijo
un ángel
puesto a volar!
¡Calla,
conciencia maldita!
¡Calla y no
me hagas llorar
que me
quedan dos ramitas
por quien
tengo que luchar!
Lo llevaron
a la Gloria
al hijo de
un cantaor
y el mismo a
su pare oía
en las
rodillas de Dios
Recitado:
Dile que voy
al instante
que
enseguida estoy ahí
¡Señor, hoy
va a ser mi cante
Huerto de
Getsemaní!
No soy un
pare valiente
si canto
estando de duelo.
No necesito
consuelo
que yo no
canto a la gente
que canto a
un ángel del cielo.
"El cantaor"
Autores: Juanito Valderrama y Hermanos Marcos
Guitarra: Manolo Carmona
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