Pocas veces se rinde homenaje a los guitarreros y menos aún con el sentimiento y la calidad de esta granaína interpretada por Antonio Campos y acompañado al piano por Pablo Suárez
Se partió y sonó a alabanza
un ciprés que fue marchito
se partió y sonó a alabanza
y las manos de un Granaíno
de su tronco hizo una guitarra
para tocarle al Dios divino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario